La Constitución establece que el Estado debe garantizar la participación equilibrada de mujeres y hombres en los organismos de control del Estado
Jaclin Campos. Santo Domingo, RD: A pesar de sus avances en la esfera pública, existen áreas en las cuales las mujeres continúan relegadas. El gabinete de Gobierno es una de ellas.
República Dominicana tiene 23 ministerios (si se incluye la Procuraduría de la República, que tiene categoría de ministerio), y en la actualidad solo tres de ellos lo encabezan mujeres.
De cara a la conformación del nuevo Gobierno, organizaciones de la sociedad civil demandaron al presidente electo, Luis Abinader, la designación de más mujeres como ministras, en el entendido de que era lo más justo y beneficioso para la sociedad.
La solicitud encontró eco entre varias figuras públicas, pero también críticas en algunos sectores.
La abogada Glenys de Jesús Checo y la socióloga Virtudes de la Rosa explican a Listín Diario cinco razones por las cuales República Dominicana debería contar con más ministras.
1. La Constitución y las leyes establecen la equidad de género
El artículo 39 de la Constitución, que consigna el derecho a la igualdad, establece que el Estado debe promover y garantizar la participación equilibrada de mujeres y hombres en los organismos de control del Estado.
Ese mismo enfoque es transversal a todos los ejes de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
“La demanda (de más mujeres ministras) se basa en nuestra propia organización como nación”, dice la abogada Glenys de Jesús Checo, quien coordina para Oxfam la campaña “¡El ejemplo de igualdad empieza en casa!”, que reclamaba la participación equitativa de hombres y mujeres al frente de los ministerios.
Esa campaña por la paridad de género involucra otras organizaciones de la sociedad civil como Participación Ciudadana, Ciudad Alternativa y Fundación Solidaridad.
2. Las mujeres poseen formación y capacidad
Uno de los principales argumentos contra la demanda de más ministras es que los funcionarios deben ser nombrados atendiendo a su capacidad y no a su sexo. Esto equivale a afirmar que el país no cuenta con mujeres suficientemente preparadas.
La socióloga Virtudes de la Rosa refuta esa idea y recuerda que más del 60 por ciento de la matrícula universitaria del país la componen mujeres.
“Las mujeres somos las que más nos preparamos en este país”, recalca la directora del Instituto de Investigación y Estudios de Género y Familia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (IGEF-UASD).
Las dominicanas cuentan con formación académica, experiencia en el mercado laboral formal y probada capacidad administrativa, refiere la socióloga.
Descarta que las mujeres posean cualidades intrínsecas que las hagan mejores administradoras; sin embargo, reconoce que las tareas que históricamente han tenido que asumir las han dotado del entrenamiento para gestionar distintos procesos y para hacerlo con empatía.
“Necesitamos mujeres que puedan ejercer la formación que han logrado, que puedan darle al país toda esa calidad que hemos acumulado”, afirma.
3. Sin equilibrio en las esferas de poder, hay una visión sesgada
Si bien los ministros deben ser nombrados por su capacidad y experiencia, según De Jesús Checo, “el género sí importa”.
Las mujeres constituyen casi la mitad de la población del país (49.8 %, según el censo del 2010).
Son, asimismo, un poco más de la mitad de los votantes (51.1 % del padrón del 2020).
El Estado debe reflejar esa distribución no solo en los puestos bajos y medios, sino también en los más altos cargos de dirección (los ministerios, de acuerdo con la Ley de Administración Pública, constituyen las unidades básicas del Poder Ejecutivo).
De lo contrario, advierte la abogada, hay una visión sesgada y no se toman en cuenta las necesidades y la perspectiva del grupo infrarrepresentado.
“En un gabinete solamente compuesto por hombres hay una única visión, que es la masculina; la femenina no se encuentra presente, y ¿qué pasa?, que ahí es que se toman las decisiones”, expresa De Jesús Checo.
Un Estado que segrega a las mujeres, opina la especialista, no está en capacidad de establecer políticas públicas equitativas en materia de empleo, salud y educación, entre otras áreas.
El Consejo de Ministros, del que forman parte los titulares de todos los ministerios, es el máximo órgano de coordinación estratégica de las políticas públicas del país.
4. Gobernaciones y viceministerios no tienen incidencia en la toma de decisiones
El pasado 12 de julio el presidente electo anunció que designaría mujeres en las 31 gobernaciones provinciales del país como forma de incentivar y promover el liderazgo local femenino.
El anuncio no satisfizo las expectativas de los activistas por los derechos de la mujer.
“Las gobernaciones no son puestos de toma de decisión”, apunta De la Rosa, quien, no obstante, espera que la medida signifique que habrá una reforma en las gobernaciones y un rescate del poder local.
Respecto al nombramiento de varias viceministras, De Jesús Checo dice que se trata de la reproducción del modelo que ha imperado hasta ahora tanto en los puestos electivos como en los de designación directa.
A las mujeres, en la mayoría de las ocasiones, se les nombra en posiciones secundarias o en los ministerios que manejan menor presupuesto.
“A mayor presupuesto más posibilidades de que haya un hombre. A menor presupuesto, más posibilidades de que haya una mujer”, señala De Jesús Checo.
El Ministerio de la Juventud y de la Mujer, donde habían sido anunciadas hasta la mañana de este lunes las únicas dos ministras del nuevo Gobierno, manejan los presupuestos más bajos de todos los ministerios.
Como viceministras, las mujeres tienen gran responsabilidad y una importante carga de trabajo, pero ningún poder de decisión o incidencia en el gabinete.
5. Hay una deuda histórica con las mujeres
Muchos críticos aducen que las dominicanas tienen que ganarse los puestos de poder en lugar de exigir cuotas de participación.
Las entrevistadas recuerdan que, en lo que respecta a los derechos civiles y políticos, las mujeres estuvieron en desventaja frente a los hombres desde la fundación de la República.
No fue sino hasta inicios de la década de 1940 que las dominicanas conquistaron el derecho al voto. En 78 años se han logrado grandes avances, pero consideran que faltan otros, y uno de ellos es la paridad en las más altas instancias del Estado.
Según el estudio “Más mujeres, más democracia: desafíos para la igualdad de género en la política”, el mayor porcentaje de ministras (21.4 %), por entonces secretarias de Estado, al inicio de un período gubernamental se vio en 1990. Fueron nombradas mujeres en tres de las 14 secretarías que existían en ese año.
Mientras que un reporte elaborado por ONU Mujeres establece que el primero de enero del 2020 República Dominicana ocupada la posición 104 del mundo por el porcentaje de ministerios encabezados por mujeres, con un 17.4 %. España y Finlandia ocupaban el primer y segundo lugar con 66.7 % y 61.1 %, respectivamente.
“Las mujeres queremos paridad”, concluye De Jesús Checo, “y no nos vamos a conformar hasta que haya paridad”.
5. Hay una deuda histórica con las mujeres
Muchos críticos aducen que las dominicanas tienen que ganarse los puestos de poder en lugar de exigir cuotas de participación.
Las entrevistadas recuerdan que, en lo que respecta a los derechos civiles y políticos, las mujeres estuvieron en desventaja frente a los hombres desde la fundación de la República.
No fue sino hasta inicios de la década de 1940 que las dominicanas conquistaron el derecho al voto. En 78 años se han logrado grandes avances, pero consideran que faltan otros, y uno de ellos es la paridad en las más altas instancias del Estado.
Según el estudio “Más mujeres, más democracia: desafíos para la igualdad de género en la política”, el mayor porcentaje de ministras (21.4 %), por entonces secretarias de Estado, al inicio de un período gubernamental se vio en 1990. Fueron nombradas mujeres en tres de las 14 secretarías que existían en ese año.
Mientras que un reporte elaborado por ONU Mujeres establece que el primero de enero del 2020 República Dominicana ocupada la posición 104 del mundo por el porcentaje de ministerios encabezados por mujeres, con un 17.4 %. España y Finlandia ocupaban el primer y segundo lugar con 66.7 % y 61.1 %, respectivamente.
“Las mujeres queremos paridad”, concluye De Jesús Checo, “y no nos vamos a conformar hasta que haya paridad”.
Fuente: Listín Diario
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