Londres.- La ex primera ministra británica Margaret Thatcher manejaba los vaivenes de la política con maestría, pero detrás de ese carácter duro e implacable se escondía una madre que "no sabía jugar con los niños" ni sabía tratarlos.
Así lo ha desvelado el autor de "Margaret Thatcher, la biografía autorizada", Charles Moore, en una entrevista con Efe en Londres, a raíz de la reciente publicación de este libro que ya se ha situado entre los cinco más vendidos en el Reino Unido.
Moore, que empezó a trabajar en la biografía en 1997, tuvo acceso sin precedentes a las cartas personales de Thatcher, sus documentos oficiales, así como a familiares y amigos, con los que mantuvo largas conversaciones que le ayudaron a conocer la faceta humana de la única mujer que llegó al cargo político más alto del Reino Unido.
En virtud de un acuerdo alcanzado con la "Dama de Hierro", el libro sólo podía publicarse después de su muerte, ocurrida el pasado 8 de abril en Londres a los 87 años de edad.
Según el escritor y periodista, la situación personal de Thatcher (en el poder entre 1979 y 1990) fue difícil cuando sus hijos gemelos, Mark y Carol, eran pequeños pues se enfrentaba a sus enormes ambiciones personales y sus responsabilidades familiares.
Al explicar la relación que tenía con sus hijos, Moore describe a Thatcher como una persona que "no era fría", "pero no sabía cómo jugar con los niños pequeños, le gustaban los niños pero no era juguetona" y solo podía estar con ellos si el tiempo era estructurado porque "siempre estaba trabajando".
Según el escritor, Thatcher "era eficaz a la hora de organizarse el tiempo, estaba en casa, pero en un 'exilio interno", pues no dejaba sus cosas para interactuar con sus niños, nacidos en 1953.
Pero el marido de la ex primera ministra, Denis Thatcher, tampoco sabía "tratar a los niños" ni tenía paciencia con ellos, al punto de que habían adquirido un piso contiguo al que tenían en Londres, que él usaba para escaparse a veces del ambiente familiar.
"Denis solía ir al piso de al lado, que estaba conectado por una puerta cuando los niños eran muy pequeños, y así les daba a todos un 'portazo'", dijo Charles Moore entre risas.
A través de las misivas que Thatcher intercambiaba con su hermana Muriel, y por sus conversaciones con ésta, el escritor pudo conocer también la relación de la ex jefa de Gobierno con sus padres.
Debido a sus ambiciones, Thatcher no les visitaba muy a menudo en Grantham (norte de Inglaterra), algo que causó un cierto recelo en la familia, sobre todo del padre, Alfred Roberts, y no estaba particularmente unida a su madre, Beatrice.
"Margaret no tenía una relación hostil con su madre, pero se aburría con ella. Contó que a los 14 años ya no tenía nada que decirle a su madre.
En las conversaciones, ella disfrutaba hablando más con su padre que con su madre", dijo Moore.
En referencia a lo que relata en su libro sobre el matrimonio Thatcher, el escritor contó en la entrevista que cuando la ex primera ministra conoció a Denis le gustó pero no demasiado.
"A ella le gustó, era mayor que ella, más rico, había sido soldado, pero cuando él le propuso matrimonio, ella lo pensó detenidamente.
Pensó cómo sería su vida con él", según Moore.
"Se trató de un cálculo racional más que emocional", de acuerdo a la explicación del escritor, que descartó, de todos modos, que el matrimonio fuera una unión de conveniencia.
"Fue un matrimonio de verdad. Había una atracción sexual, especialmente de Denis hacia Margaret, fue real, pero no era apasionado", agregó el escritor, que cree que la unión terminó siendo un gran éxito cuando ella ya estaba en el poder. EFE.
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