14.4.13

¿Qué hacemos con el libro de Hitler?

Los derechos de autor de "Mein Kampf" de Adolf Hitler están en manos de Baviera. Hasta ahora, toda reproducción está prohibida. En 2015 los derechos caducan. ¿Qué va a pasar?. 
Para Burkhard Lischka el asunto está claro. Que después del 31 de diciembre de 2015, Mein Kampf (Mi lucha) de Adolf Hitler estuviese otra vez en las librerías alemanas o que la extrema derecha comience a distribuirlo por las calles le parecería a este diputado socialdemócrata un insulto a todas las víctimas del Holocausto. 
“Hay que impedirlo con todos los medios jurídicos. Creo que el lugar adecuado para esa obra es el vertedero de la historia”, dijo a DW. Por eso, con otros colegas, ha preguntado al Gobierno alemán acerca de cómo piensa manejar ese legado de Hitler a partir del 2016, cuando caduquen los derechos de autor que en este momento pertenecen a Baviera. 
Después de la Segunda Guerra Mundial, ese Estado federado alemán los adquirió y desde entonces los ha usado para impedir toda reimpresión y con ello la difusión de la ideología nacionalsocialista tanto en Alemania como en el extranjero. 
En Europa, la protección de los derechos caduca a los 70 años de la muerte del autor; después de eso, el libro pasa a ser de dominio público. Es decir, cualquiera puede reimprimirlo y difundirlo. 
Con el permiso de Israel El Gobierno alemán respondió cautelosamente: hay que analizar las cuestiones legales de una prohibición de publicación. 
Al respecto ya ha habido conversaciones con el Gobierno israelí y habría “un interés común en impedir la difusión de esta misantrópica ideología. 
 El ministro bávaro del Interior, Joachim Hermann, es aún más claro: “de acuerdo a las leyes vigentes, el texto original de Hitler es una marcada incitación al odio”. Por ello, este político socialcristiano anuncia desde ya pasos legales en contra cualquiera que pretenda difundirlo. 
Edición de lujo de Mi Lucha, de abril de 1945. Según Tim Hoesmann, abogado especializado en medios, el párrafo 130 del Código Penal ofrece el instrumento para enfrentar el problema. 
La prohibición del libro resulta probable, pues en él se difama claramente a personas y a grupos religiosos. Con todo, no es seguro, pues “se puede llegar a diferentes sentencias”. Depende a la forma de la publicación Entretanto, en la red es posible hallar numerosos extractos del ideario de Hitler sin que la Justicia haya podido hacer nada en su contra. 
Además, en muchos países el libro se vende en las librerías, sin limitaciones. Como fuere, para Lischka esto no es motivo para permitir su publicación en Alemania: “Sería una señal fatídica. Creo que como Estado alemán, debido a nuestra historia, tenemos una responsabilidad especial”. 
Según Hoesmann, que se prohíba o no dependerá más bien del tipo de publicación: “Existe mucho interés científico en la obra y una versión comentada de Mi lucha merece otro juicio de valor que una reimpresión a secas”. 
 Quitarle magia al mito Precisamente, el Instituto para Historia Contemporánea (IZF) en Múnich trabaja desde el 2009 en una versión comentada, apoyada económicamente por Baviera. Berlín, en cambio, es más bien neutral: aunque el proyecto no es su iniciativa, podría resultar importante en el sentido de una valoración histórica de la dictadura nacionalsocialista. 
En una librería en Tirana (Albania). “Si en general se permite que esa obra se difunda con comentarios, podría llevar a que la extrema derecha prepare una nueva edición con comentarios que no queremos que se difundan”, opina Lischka. 
No obstante, los historiadores muniqueses trabajan a marcha forzada para tener listo los análisis que deberán acompañar el texto íntegro de la obra de Hitler. 
Puntualmente para cuando caduquen los derechos, los investigadores quieren publicar su obra. “En ella no habrá sólo Hitler”, dice Simone Paulmichl, portavoz del instituto. 
Cada uno de los capítulos ha sido contextualizado en la historia de las ideas y se resalta sus contradicciones. “Mientras más misterios se tejan en torno a un libro, mayor efecto tendrá”, opina Paulmichl, para quien esta edición de Mein Kampf tiene un valor informativo. 
Y Hoesmann concuerda: “Me parece un paso apropiado. Pues, en caso de que el libro llegara a ser prohibido, muchos mitos comenzaran a tejerse a su alrededor”.

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