12.5.12

LA PIRÁMIDE PONZI ¿QUIÉN CARAJO FUE PONZI?

La gran mayoría de las personas desconocen como funciona un esquema financiero basado en programas de inversión, menos aún, cuando se prometen grandes rendimientos y ganancias para las personas que inviertan en ellas a través de empresas y negocios sin ningún tipo de respaldo, y debido a ese desconocimiento, es que son estafadas.

Cada vez que se descubre una estafa por el uso indebido de los recursos financieros, es, por lo general, mediante la sustracción de dinero hoy, los cuales se trata de cubrir con fondos del mañana. A este método se le ha bautizado como la Pirámide o Esquema Ponzi. Pero ¿quien fue Ponzi? en cuyo "honor" se nombró el esquema que significa robo, fraude y estafa. Carlo Ponzi fue un delincuente italiano sumamente inteligente que nació en Lugo, de la provincia de Rávena, Italia en 1882. Su nombre completo fue Carlo Pietro Giovanni Guglielmo Tebaldo Ponzi. No se conoce mucho de su infancia debido a la escasez de registros para esa época. Si se sabe, que asistió a la Universidad de Roma La Sapienza, pero en corto tiempo abandonó sus estudios, y se dice que su familia no soportaba sus primeras travesuras delictivas, por lo que a la edad de 21 años, en el 1903, lo enviaron como inmigrante a Boston en los Estados Unidos. Aprendió rápidamente el idioma ingles, y tuvo diversos trabajos, entre ellos el de lavador de platos en un restaurant donde dormía en el piso. Era un hombre bien parecido y le gustaba andar bien vestido. Por su gran inteligencia y disposición a manejarse con la gente, fue ascendido a camarero, pero al poco tiempo el dueño recibió quejas de clientes a los cuales Ponzi les cargaba pequeñas sumas adicionales en las cuentas, y luego fue atrapado robando en la caja, y, claro está, fue despedido. En el 1907 se mudó a Montreal, donde consiguió un trabajo de asistente de cajero en el recién formado Banco Zarossi, el cual servía a la comunidad de inmigrantes italianos que llegaba a la ciudad. El banco pagaba un 6% de interés lo cual representaba casi el doble de lo que era habitual en el mercado para ese entonces, y por ello el banco creció rápidamente. Pero luego de otorgar malos préstamos y la muerte del dueño, el banco se fue a la quiebra. Antes de cerrar, Ponzi cambió un cheque falsificado de DC$ 420.00 de una cuenta de una anciana, quien luego presentó una querella en la policía. Debido al exceso de sus gastos personales, la policía lo investigó, admitiendo su culpabilidad y por ello pasó tres años en una cárcel en Quebec.

Cuando fue liberado en 1911, Ponzi retornó a los Estados Unidos, y buscó como ingeniárselas para conseguir dinero y hacerse rico como había preconizado. Entonces se dedicó a unas operaciones muy traviesas que le trajo problemas, esta vez de carácter federal: pues se dedicó al contrabando de inmigrantes italianos indocumentados a través de la frontera. Como decimos en nuestro país: "que león era ese tiguere". Fue atrapado y condenado a dos años de prisión. Mas adelante, luego de que lo liberaran, Ponzi conoció a Rose Gnecco, con quien se casó en 1918. A partir de ese entonces trabajaba en diversas empresas haciendo todo tipo de trabajo a tiempo parcial, y hasta trabajó con su suegro en la tienda de su propiedad.

Un día recibió una carta de una compañía española, la cual contenía un cupón (International Reply Coupon, IRC) el cual Ponzi nunca había visto antes. Un IRC era un cupón que podía ser cambiado por sellos postales los cuales representaban el mínimo de sellos que se requerían para enviar una carta con prioridad aérea a otros países. Los enviaban mayormente eran los inmigrantes de varios países, para conjuntamente con las remesas que le hacían a sus familias pobres, les incluían estos cupones los cuales, como dijimos, podían se cambiados en las oficinas de correos por sellos postales, y así, escribirse y mantenerse informados de sus familiares que estaban en el extranjero como inmigrantes. Cuando Ponzi vió el cupón y lo estudió detenidamente, encontró una debilidad (para otros una oportunidad) en el sistema de sellos que le podría arrojar beneficios importantes. Él analizó que podría tomar una ventaja al comprar un IRC (cupón) que llegaba a un país en el extranjero (con una moneda devaluada con relación al dólar) a un costo, y luego remesar estos cupones (IRC) a los EEUU, para luego cambiarlos por sellos postales de los Estados Unidos por un valor (en dólares) mayor, y luego vender los sellos postales con una ganancia, la cual podría ser mayor a un 300%. Hasta aquí no había ningún hecho fraudulento.

Les dije al principio que Ponzi tenía una inteligencia superior. ¿Por qué no se le había ocurrido a nadie ese mecanismo cambiario? ¿A los financieros y economistas graduados de universidades? Al principio Ponzi sólo podía enviar pequeñas cantidades de dinero al exterior para que sus agentes compraran lo cupones y se lo remitieran a él, para luego, como les dije, cambiarlos por sellos de los EE.UU. y luego venderlos. Entonces, la ambición, uno de los siete pecados capitales, no dejaba dormir a Ponzi. Y en esos sueños de delirio de riqueza, se ideó un mecanismo para poder comprar más y mayores cupones en el exterior, y poder empaquetarlos y venderlos. Buscó dinero prestado y ofreció un retorno de interés de un 50% en 45 días y hasta llegó a ofrecer 100% por 90 días.

Entonces aquí les va la primera regla que usted no debe olvidar de un esquema Ponzi, la cual la mayoría de las personas no analizan: "Es un sistema de "inversión" que promete altos intereses sin tener un negocio real detrás que lo sustente, y que los intereses que se pagan son extraídos de las aportaciones realizadas por los posteriores inversionistas".

Para hacer más "legal" su esquema financiero, fundó el día después de navidad de 1919, una empresa a la que llamó Securities Exchange Company, y se dedicó a buscar inversionistas (ahorrantes) ofreciéndole altas tasas de retorno por sus inversiones. Al principio Ponzi cumplía cabalmente sus compromisos financieros, lo cual hizo que se extendiera su fama. Para Marzo de 1920 le llegaban más y más clientes atraídos por las altas tasas de interés que ofrecía. Personas sacaron sus ahorros de los bancos, y algunas hasta vendieron sus casas para invertirlos en la "financiera Ponzi. Y entonces aquí aparece la segunda regla del esquema Ponzi: "El sistema sigue funcionando mientras el flujo de caja producto de nuevos "inversionistas" continúa aumentando".

Como se puede apreciar en la imagen piramidal, y para que los lectores puedan apreciar matemáticamente como funciona la Piramide Ponzi, el primer nivel está compuesto por las primeras seis personas, para el segundo nivel se requieren 36 nuevos inversionistas para satisfacer los intereses y el capital de los 6 primeros; y para el tercer nivel se requieren 216 para compensar a los primeros y segundos niveles, y así sucesivamente, hasta que llegamos al nivel 11, donde se requieren de 362 millones (la población completa de los Estados Unidos) de nuevos inversionistas para pagar los intereses y el capital de los niveles 10 hacia arriba. Claro está, el sistema se desmorona mucho antes de llegar a ese punto,

Entendiéndose esto, podemos volver con la historia de Ponzi. Para mayo del 1920 las cosas iban de viento en popa, o sea, tres meses después de la creación de la empresa, ya manejaba más de US$ 5,000,000.00 a precios de hoy. Para esa fecha, los historiadores económicos han determinado, que él, personalmente, había hecho más de US$500,000.00 calculados a valor de hoy. De hecho, había comprado una mansión en Lexington, Massachusetts, y en un corto tiempo ya tenía tres carros de lujo, y además, vivía una vida esplendorosa con lo mejor de la sociedad bostoniana. Nada mal, para un hombre que nunca había estudiado finanzas ni economía.

Este tipo de vida tan derrochadora y espléndida de la noche a la mañana, unida a un negocio que para ese entonces no era muy bien comprendido por la comunidad financiera, trajo la atención del Boston Post que sintió que "algo huele mal en Dinamarca". Este periódico contrató los servicios del analista financiero Clarence Barrow, para que examinara el negocio de Ponzi. Luego de un análisis minucioso determinó que los recursos en dinero de los ahorrantes que había recibido eran igual a tener en respaldo 160,000,000 (160 millones) de cupones en circulación, o efectivo de respaldo. Pero como calculó Brown, para el momento que hizo el análisis sólo habían 27,000 cupones. Además, determinó que Ponzi no había reinvertido ni un solo centavo de las ganancias que había obtenido. Para que la "cosa se pusiera realmente jedionda", la Oficina de Correos de los Estados Unidos (United States Post Office) anunció que no canjearía más los cupones empaquetados, sino individuales, uno a uno.

La suerte de Ponzi estaba llegando a su fin, de tanto oír de los beneficios ofrecidos, y del análisis publicado en el Boston Globe, llamó la atención de los organismos reguladores financieros gubernamentales y entraron a escena oficiales federales de la procuraduría del estado para investigar las operaciones de la empresa, y cómo era que manejaba sus operaciones y lograba sus beneficios, Ponzi les contestó que eso era "secreto empresarial". Pero los oficiales no aceptaron "sus cuentos de italiano" y le prohibieron seguir recibiendo depósitos y haciendo operaciones hasta que la auditoria terminara. Esto llegó a los oídos del público. Entonces se desató el pánico para retirar los fondos. Y es aquí donde presentamos la tercera regla del esquema: "En el momento que el flujo de inversionistas disminuye no se pueden pagar los intereses a los iniciales, ni por supuesto, devolver el dinero invertido ni a estos ni a los siguientes, y entonces el esquema se viene abajo."

Cuando los inversionistas (ahorrantes) encontraron que no se les podían honrar sus depósitos, se desató el pánico y el llanto, el crujir de dientes. Había llegado la noche de los cuchillos largos para los ahorrantes. En Agosto de 1920 la empresa Securities Exchange Company anunció que no podía seguir honrando los ahorros de los inversionistas, y dos días después, las autoridades federales declaraban formalmente al público el estado fraudulento de Carlo Ponzi. Se procedió a incautarle todos sus bienes, su mansión y sus tres carros. Su cabeza era pedida por los inversionistas quienes lo querían linchar, y como son las cosas de la vida, tuvo que pedir la protección de la policía. Se estima que más de 40,000 inversionistas (ahorrantes) habían depositado más de US$15 millones de dólares, (unos US$ 175 millones al valor de hoy), una cantidad inmensa y extraordinaria si tomamos en cuenta que para esa fecha un hotdog costaba diez centavos. En el curso de la investigación y en un descuido de las autoridades, Ponzi huyó a la Florida, y en un intento para llegar a Texas, el 12 de Agosto del 1920 fue capturado y luego enjuiciado, y en Octubre de 1920, fue declarado culpable de estafa postal por US$7 millones. Fue sentenciado a cinco años de cárcel, pero luego de su liberación, se presentaron nuevos cargos y por esto fue sentenciado a nueve años más.

Fue liberado en 1934 a los 52 años, pero las autoridades lo consideraron un peligro para la sociedad norteamericana y fue deportado a su Italia natal. Ya para entonces su esposa se había divorciado de él. Pero nada de lo que había sufrido en los años en la cárcel amilanaban a Ponzi, quien no dejaba pasar ninguna oportunidad para hacer dinero. Como hablaba inglés, fue introducido al mismísimo Benito Mussolini (Il Duce) quién lo contrató como consultor financiero, pero hizo varias inversiones "mágicas" que luego se esfumaron y fue rápidamente despedido por Il Duce. Sin lugar a dudas, el hombre era 'bragetú''. Más adelante consiguió trabajo en una línea aérea italiana, LATI airlines que volaba a Brasil, donde algunos pilotos comenzaron a contrabandear en diamantes y monedas. Cuando se enteró quiso entrar en el negocio, pero no fue aceptado. Entonces Ponzi puso en alerta a las autoridades brasileñas, quienes arrestaron a los principales cabecillas. Pero la suerte no le era duradera, ya que, cuando estaba más estable y era parte de la gerencia de la línea aérea, había comenzado la segunda guerra mundial y como Italia era parte del Eje junto a Alemania y Japón, tuvieron que suspender los vuelos a a Brasil, y Ponzi se quedó sin trabajo. Se estableció en Rio de Janeiro y vivió de a Brasil, por lo que Ponzi se quedó sin trabajo. Se estableció en Rio de Janeiro y vivió de ofrecer clases de inglés. Pero años más tarde, se quedó casi ciego y parcialmente paralítico. Sus días finales fueron viviendo de la caridad y cobrando el seguro de desempleo. Un final muy triste para alguien que solamente una década atrás era un millonario y derrochador de los placeres de la vida. Charles Ponzi murió en un hospital de Río, abandonado y arruinado a los 67 años en el 1949. Cuando murió había estado, en conjunto, 19 años preso, casi el 30% de toda su vida. De acuerdo al periódico Boston Globe, Ponzi murió con una gran sonrisa. Quizás pensando en todos aquellos a quienes engañó y arruinó
Fuente Diario Libre.

Para Ponzi, el mismo pudo haber cantado la canción "viví la vida a mi manera".

Muchas personas creen que los Esquemas Ponzi solo se dan en los países pobres o en lugares con escasos conocimientos de cultura económica. Pero el hecho ocurrido hace solamente un par de años en el mismísimo corazón de Wall Street en New York , donde toda una comunidad financiera con economistas y financieros con maestrías y doctorados fueron ingenua y vilmente engañados por un judío llamado Bernard Madoff, quien a través de su empresa de inversión se robó mediante un Esquema Ponzi, la nada despreciable suma de US$60,000 mil millones de dólares (todavía están contando los funcionarios de la Bolsa de Valores y los auditores del FBI). Por lejos el mayor desfalco de la historia, Algunos historiadores la han llamado "la madre de todas las estafas", y por lo que Madoff, a los 71 años, fue sentenciado a 150 años en prisión, donde morirá. Estando sentenciado y en prisión, su hijo Mark Madoff, debido a las presiones que recibía de todos los inversionistas de la empresa de su padre, un día no pudo más y se ahorcó. Un final trágico para un joven que nació y vivió con todo el bienestar y la opulencia. Muchos periodistas y empresarios se han preguntado, ¿cómo un hombre como Bernard Madoff, rico millonario, reconocido en todos los grupos financieros de Wall Strett, que llegó a ser presidente de la Junta de Directores de la bolsa electrónica de valores conocida como NASDAQ, la segunda bolsa más importante de los EE.UU., ya viejo, se involucra en una estafa de esa envergadura? Por lo que pasará el resto de su vida en prisión y viendo a su familia destruirse y suicidarse. Hasta donde puede llegar la ambición del ser humano. Es la pregunta que les dejo a los sicólogos y siquiatras que son los que saben de las complejidades de la conducta humana.

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