2,000 falsos ingenieros, que probablemente construyen en terrenos con títulos falsos tramitados por los 7,000 abogados falsos que se contaron recientemente. Falsos médicos que atienden heridas reales. Falsos policías y falsos militares que atracan de verdad. Narcos portadores de cédulas falsas y que (lógico) venden droga falsa.
Estafados en falsos viajes en yola. Leche falsa en el desayuno escolar, medicamentos falsos. Falsos estudiantes con 20 años en la UASD, falsos sindicalistas del transporte. Falsos permisos de residencia aquí y falsos contratos de trabajo para viajar a Europa.
Falsos medidores de luz y de gas. Falsos concursos, de ganador previsto, legitimados por una falsa transparencia. Falsas promesas de campaña adornadas con falsa caridad pública que genera falsas adhesiones y falsas esperanzas. Falsos títulos universitarios, falsos cónsules, embajadores y "viceministros de nada". Falsa lucha contra la corrupción, falsos informes económicos, falsos proyectos de inversión. Falsos curanderos y brujas falsas pero muy reales.
Documentos falsos para buscar visa. Falsa edad para jugar pelota. Falsas carteras de marca, whisky y relojes falsos. Hay quien mantiene un falso matrimonio y más irónico, quien se entera de que su divorcio era falso. Obras de arte falsas, falsos periodistas, falsos cirujanos plásticos para implantar falsos senos. Falsa riqueza la de España, falsas armas en Irak...
Si la realidad está construida de falsedades... ¿también es falsa?
Diario Libre
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