Italia.- (elmundo.es)Es la primera empresa de Italia. Una máquina de hacer dinero que al año factura 140.000 millones de euros y que obtiene unos beneficios netos que superan los 100.000 millones. Con semejantes cifras bastarían 19 años para acabar con el abultadísimo déficit público italiano, el segundo más alto del mundo y que asciende a 1.911.807 millones de euros. Pero además, y con la ayuda inestimable de la crisis, esa empresa se ha convertiro en el prinipal banco de Italia. Hablamos de la mafia.
Ninguna institución financiera italiana puede competir con el poder financiero de la siciliana Cosa Nostra, con la Camorra napolitana o con la calabresa ‘Ndrangheta. No es sólo que el crimen organizado sea la organización que má dinero mueve en el país. Es que, además, ninguna otra empresa dispone de la liquidez que tiene la mafia: la prueba son los 65.000 millones de euros en contante y sonante que ahora mismo tiene a su disposisión.
Son algunos de los datos que se recogen en el informe 'Las manos de la criminalidad sobre las empresas', un estudio sobre cómo afecta el crimen organizado al mundo económico al realizado por Confesercenti -Sos Impresa, una organización de empresarios que lleva 13 años analizando esa peliaguda cuestión. Y lo que su último informe revela es que la mafia está obteniendo grandes ganancias a costa de la recesión económica.
"La crisis beneficia a la criminalidad organizada, que condiciona la economía legal y fomenta la ilegal. El Estado está luchando, pero hacer falta un cambio de rumbo por parte de las instituciones, que tienen que decir basta a los favores políticos, a los concursos amañados, a los puestos de trabajo y a las inversiones a la sombra de la criminalidad”, afirma Marco Venturi, presidente de Confesercenti, una de las principales asociaciones empresariales de Italia.
Una empresa que puede invertir
"En este momento de crisis la mafia es el único sujeto económico-empresarial que puede hacer inversiones", destaca el informe. Además, la principal fuente de ingresos de la mafia sigue siendo la usura. Una actividad que, amparada por la crisis y las trabas que los bancos están poniendo a la hora de prestar dinero, está creciendo enormemente y que ya mueve unos 16.000 millones de euros anuales. Se calcula que en la actualidad unas 200.000 personas se han visto obligadas a pedir dinero prestado a la mafia, a cambio de unos intereses altísimos. Tan altos que la usura provoca que ¡cada día!
Cincuenta empresas italianas se vean obligadas a echar el cierre, incapaces de hacer frente a los pagos contraidos con los mafiosos. Y, siempre por ese motivo, al año unas 130.000 personas pierden su empleo. En los últimos tres años unas 190.000 empresas italianas han clausurado estranguladas por la usura de los mafiosos, a los que cada una de ellas debía una media de 180.000 euros.
Las extorsiones siguen también dando sus frutos y reportando unos 8 millones de euros a los bolsillos de los mafiosos. Pero nos equivoquemos: los chicos de Cosa Nostra, la Camorra y la ‘Ndrangheta también han sabido diversificar sus negocios. Según destaca el informe de Confesercenti, "gracias a la connivencia y a la colusión" con el mundo político, administrativo y con la ayuda inestimable de profesionales sin escrúpulos, las mafias han echado raíces en el centro y norte de Italia, las zonas más prósperas del país.
Allí controlan casi la totalidad de los juegos de azar –ilegales y legales-, el negocio de los residuos -especialmente los tóxicos- y sus empresas se adjudican numerosas contratas de construcción. Y los mafiosos también han conseguido abrirse paso en nuevos sectores como el sanitario (tienen clínicas privadas, centros de diagnóstico, residencias para ancianos) o el deportivo (controlan clubes amateur, centros deportivos y apuestas clandestinas.
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