Noche de cuchillos largos en internet. Anonymous -un pseudónimo globalmente empleado por grupos o individuos que sostienen defender la libertad de expresión en internet- desencadenó anoche, en respuesta al cierre de Megaupload, un hackeo masivo contra diversas webs gubernamentales y de la industria discográfica norteamericana. Con más de 27.000 ordenadores implicados y cerca de 10.000 personas tras ellos, se trata del mayor ataque informático que se recuerda, por encima incluso del registrado tras la clausura de WikiLeaks. "No tenemos nada que ocultar", ha dicho el fundador de Magaupload tras ser detenido en Nueva Zelanda.
El método empleado ha sido el DdoS, o ataque de denegación de servicio , que consiste en saturar las páginas webs con demasiadas visitas simultáneas. Los sitios del Departamento de Justicia, de la Oficina federal de Copyright o la Jefatura de Policía de Utah (cuyo logo fue sustituido por el de Megaupload) han permanecido fuera de servicio durante gran parte de la noche de ayer sin que sus responsables pudieran hacer nada por evitarlo. Ni siquiera la página del FBI, al que se le suponen unas excepcionales medidas de seguridad, ha sido capaz de resistir a los envites, al tiempo que corre el rumor de que cientos de contraseñas de la Agencia Federal podrían haber sido sustraidas. En el panorama nacional las consecuencias las sufrió la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que al tratar de acceder mostraba un error "504 Gateway timeout".
Otros grandes damnificados han sido las principales discográficas: Sony Music, Warner, EMI o Universal han sido objeto de las iras de los 'hacktivistas'. Consideradas como un 'lobby' económico en Estados Unidos, Anonymous culpa a estas compañías del cierre, en la tarde de ayer, de Megaupload. Este servicio actuaba como un gran disco duro virtual donde millones de usuarios alrededor del mundo alojaban sus contenidos, tanto legales e ilegales, como podría verse en cualquier disco duro doméstico.
Las críticas al ejecutivo de Barack Obama están arreciando ya que, de momento, todos los archivos alojados en Megaupload permanecen bloqueados, incluso aquellos que no infringen ningún derecho de propiedad intelectual. De hecho los 'hacktivistas' han conseguido crear, en tiempo récord, un clon de Megaupload, que ha tenido un servicio intermitente desde la dirección megaupload.bz .
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