7.8.11

DESDE EL ALTAR; LEGISLA A TU FAVOR

Pastor Gabriel Fabián
LEGISLA A TU FAVOR
Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. Nunca paguéis a nadie mal por mal. 

Respetad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino da lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagare, dice el Señor. Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonaras sobre su cabeza.

No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal. Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Romanos 12.15-21

Manejo de conflictos interpersonales
Hablar de conflictos como hablar de crisis puede resultar confuso, si no lo definimos bien, porque son términos muy generales. Existen conflictos personales, internos, externos, conflictos, morales, legales y familiares, una amplia gama de conflictos. Así que nos concentramos hoy en el manejo de conflictos con terceros. Resolver conflictos es un arte que no todos tenemos, pero que todos podemos aprender.

La Biblia nos da las directrices para ser maestros en esta práctica de manejo de conflictos con terceros.
Primero, Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. Tened el mismo sentir unos con otros. La indicación es que disfrutemos de lo que está pasando que no intentemos huir de la realidad. En este contexto debemos entender que hay otros envueltos en el proceso, no estamos solos, y no siempre es necesario cambiar las cosas, en ocasiones lo más adecuado es aceptar la realidad. Si hay gozo disfrútalo y si lo que hay es llanto, gózatelo. Este es un principio excepcional para el manejo de conflictos.

Aceptar la realidad de otros. Cambiar la realidad a mi sentir, tornar la atención hacia mí, o lo que a mí me importa es una forma de huir de la realidad que me presenta la situación. En ocasiones una persona nos pone un tema de conversación porque a esa persona le interesa el tema, pero nos las arreglamos para cambiar el tema a uno que nosotros consideramos importante. Esto sin duda terminará en conflicto. La mejor solución a cualquier problema es evitarlo. Es mejor evitar que remediar.

Segundo, Tened el mismo sentir unos con otros. Tener un mismo sentir con otros es algo preciso en la familia, en la empresa, la escuela o en cualquier lugar o circunstancias que requiera comunión, armonía y unidad. Esto significa que en una relación interpersonal, o familiar mi intención debe ser buena, así como la de la otra persona. Si mi sentir en la relación con mi esposa, mi amigo, mi compañero de trabajo, mi hermano de la iglesia, es de respeto y consideración y la de la otra persona, es la misma, sin duda disfrutaremos de una buena relación.

Acomodar tu sentir al de otros para que reine la armonía, requiere una madurez, y una capacidad de adaptación extraordinaria. Solo El Espíritu de Dios nos capacita para tal actitud. Esto es como perderme en otros, y esto cuesta mucho en lo personal, porque implica sacrificar mi derecho, prescindir de mi razón esto sacrifica mi ego. Esto aunque no lo parezca, es legislar a tu favor. Si tu decisión produce paz en tercero, tu también tendrá paz
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Tercero, No seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. La segunda parte al igual que la primera nos ayuda a resolver conflictos, como también a evitarlos. No ser altivos en nuestro pensar significa ser flexible con nuestras opiniones, tomar en consideración la opinión de los demás. Nunca creer que sabemos más. 

Esto es como correr en una motocicleta, cuando el conductor dobla a la derecha, el pasajero tiene que inclinarse también a la derecha, de lo contrario un accidente puede ocurrir. La Biblia dice: Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu. Mejor es ser de espíritu humilde con los pobres que dividir el botín con los soberbios. El que pone atención a la palabra hallará el bien, y el que confía en el Señor es bienaventurado. Proverbios 16. 18-20.

Nunca es sabio ser arrogante. Después de subir no queda más que bajar, es mucho mejor humillarnos para que Dios a su tiempo nos exalte. En la solución de conflictos la mansedumbre es importante. Nuestra manera de pensar rige nuestro estilo de comportamiento. Si nuestro pensar no es humilde no es posible comportarnos humildemente. 

Dios insiste en que cambiemos nuestra manera de pensar para que cambiemos también nuestra manera de vivir. La Biblia dice: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4. 22-24

La solución de conflictos con terceros inicia en nuestra mente. Por más que hablemos si no concebimos la solución en nuestro interior no será posible materializarla al menos por la buena. QDTBMQAM

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