Puerto Rico.-El cuadragésimo cuarto y actual presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama, sorprendió a los sanjuaneros con una aparición en una popular panadería puertorriqueña, local donde degustó uno de los conocidos sandwichs ‘medianoche’. Lo acompañaba el líder del Partido Popular Democrático (PPP, partido opositor), que discutió con él muchos asuntos de la ‘isla del encanto’.
Algunos detallitos del evento:
Obama no aceptó que le regalaran la comida, pagó. Solo le pudieron regalar el postre el final, que fue un quesillo, y le dio de propina a la cajera tres billetes de 20 dólares.
El cocinero que preparó el famoso sándwich responde al nombre de Richard Cruz y el hecho más importantes es que es dominicano.
Algo curioso que se dio con este almuerzo fue lo siguiente; Barak Obama, presidente de los Estados Unidos se come un Medianoche, un sándwich de origen cubano, el cual fue preparado por un dominicano en una panadería puertorriqueña que es propiedad de un español. Esto es la globalización.
El medianoche para los que no lo saben o no lo han comido es un sándwich de receta originariamente cubana pero que gracias a la migración de nuestros hermanos caribeños ha llegado a muchos lados. Es como un club sándwich.
El candidato a la Gobernación por el Partido Popular Democrático se robó el show de la visita fugaz del presidente Obama al ir a almorzar juntos en la panadería Kasalta. Así, le regaló el contacto directo y natural con los boricuas.
La movida tomó por sorpresa a todos, incluidos a los empleados de la panadería.
Arribaron a la Kasalta alrededor de la 1:00 de la tarde. Obama invitó a García Padilla y no permitió que el dueño les regalara el almuerzo.
La cuenta de cuatro sandwiches medianoche, dos croquetas y tres botellitas de agua, fue de $37.50, más el tax $2.63, para un total de $40.13. Obama sacó $100 y le entregó a la cajera tres billetes de $20.
Durante el almuerzo de Obama con García Padilla no se sacó a ningún comensal del establecimiento.
Menú presidencial
Para el dueño de Kasalta, Jesús Herbón, la visita sorpresa de Obama a su negocio fue “un honor” y ya está pensando en inventarse un “menú presidencial” para conmemorar su histórica visita.
Herbón se enteró de la visita del Presidente, minutos antes, cuando el Servicio Secreto de Estados Unidos acudió al local. “Me buscaron y me dijeron que en unos minutos llega el Presidente... Me preguntaron si podía recibirlo y le dije que sí, con mucho gusto. Y llegó en unos minutos, ni 10 tardó en llegar”, rememoró.
“No se mueva de aquí”, le dijo luego uno de los oficiales, “no quiero que nadie sepa nada”.
¿Habló con él?
Sí. Le dije: 'Bienvenido'. Me dio las gracias y me preguntó qué podía comer. Lo atendí lo mejor que pude.
Dijo que Obama se “empeñó en pedir, en hacer su orden como cualquier otro ciudadano. Allí pidió comida y la de García Padilla y se sentaron. Les llevé el sándwich a la mesa. Fue casi un trato como a un cliente normal. Se comportó muy cercano todo el tiempo”.
Destacó que Obama “ordenó en la caja, no hubo manera de poder invitarlo, pagó”.
¿Subirá los precios?
No, no hay por qué subir los precios, no sería legítimo, sería como embarrar lo bonito que salió el pastel.
¿Cambiarle el nombre a la medianoche?
El nombre no se lo voy a cambiar, una medianoche es una medianoche, pero algo me inventaré para conmemorar esta visita y acordarnos toda la vida que un día estuvo aquí y se comió una medianoche.
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