20.6.11

COMPARTIENDO EL ALTAR.- PRESUPUESTO DE VIDA-II

Gabriel Fabián.- Junio 19, 2011.- Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación; porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Esparció; dio a los pobres. Su justicia permanece para siempre. 2Corintios 9.6-9

Propuesta de mi corazón
Coca cola es una de las empresas más grandes del mundo, invierte millones de dólares cada año. Tiene una partida para empleomanía, una para gastos sociales, para nuevas inversiones, contribuciones y publicidad. El gasto de publicidad del 2007 fue de 2.774 millones de dólares. No hay razones para lamentos cuando todo se gasta de acuerdo a lo presupuestado.

Nosotros todos tenemos un presupuesto de vida, formal o informal, consciente o inconscientemente, pero lo tenemos. Los humanos llegamos a donde nos proponemos llegar y hacemos lo que nos proponemos hacer. Dios sabe eso muy bien, por tal razón espera que en nuestro presupuesto de vida haya una partida para El.

El corazón humano está lleno de propuestas, la mayoría de ellas muy egocéntricas, Dios requiere que en esas propuestas haya una partida para El. Cuando nuestro corazón se deleita en Dios, no nos cuesta servirle en cualquier forma o circunstancia porque lo disfrutamos. La Biblia dice: Y Pedro dijo:-Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del campo? Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo? Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Hechos 5.3, 4.

El problema de Ananías y Safira fue que no tenían un presupuesto para Dios y consideraron demasiado la cantidad que debían aportar a la iglesia, pero no les parecía demasiado los beneficios que obtenían de la comunidad de fe. Esto muestra que su presupuesto de vida era desequilibrado, pensaban mas en sí mismos que en los demás y la ordenanza Bíblica dice: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10.27. Este era el problema de Ananías y Safira, no amaban a Dios como debía ser amado y por ende tampoco amaban al prójimo como Dios manda.

Pedro le explica que no era obligatorio aportar a la comunidad de fe, pero que solo debían ser honestos, ellos pudieron donar un 50, un 25 o hasta un 10%, eso no hubiese sido un problema, pero pretender que lo donarían todo mientras escondían para sí una buena porción del dinero, eso era deshonesto.

Muchos creyentes no hacen un presupuesto para Dios, tienen uno para la escuela, para gastos de comida y vivienda, vacaciones y placeres, y hasta para la vejez que no saben si la tendrán, pero Dios no figura en su presupuesto de vida. Esto es una pena, pues dejan de lado lo más importante valoran menos lo más valioso. A estos creyentes el dinero no les alcanza para diezmar, sus ofrendas son mínimas, y socorrer a terceros no está en sus planes. Sus vidas son como un remolino, envueltos en sí mismos.

La Biblia dice: Cuando seas invitado por alguien a una fiesta de bodas, no te sientes en el primer lugar; no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él, y que viniendo el que os invitó a ti y al otro, te diga: "Da lugar a éste", y luego comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. Más bien, cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar; para que cuando venga el que te invitó, diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Lucas 14.8-11.

La recomendación de Cristo es que es mejor que otro nos ponga en el primer lugar antes que nosotros mismos. Esta recomendación aplica perfectamente en nuestra relación con El Padre celestial.

Dios quiere que tengamos un presupuesto para El. Dios no quiere y no debe ser un imprevisto en nuestras vidas, o agendas. Dios no espera ser mi beneficiado de última hora. El quiere que con anticipación seleccionemos lo que hemos de hacer o aportar para El.

Nuestro presupuesto para Dios no se limita a lo financiero. A Dios lo que menos le interesa de nosotros es el dinero, que al fin de cuenta es todo suyo. Debemos presupuestar nuestro tiempo, cuanto le dedicaremos a Dios. Nuestro amor, este debe ser absolutamente del Señor. Debemos presupuestar nuestras vidas de acuerdo a lo que Dios pide de nosotros. No somos quienes decidimos, hay muchas cuotas que Dios ya selecciono de nosotros para El. La Biblia dice: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10.27. Estas cuotas ya Dios la selecciono por nosotros. En lo demás tenemos alternativas pero no en estas. ¿Cuál es tu presupuesto para Dios, es Dios tan valioso que amerita un presupuesto en tu vida? tienes planes de agradar a Dios? QDTBMQAM

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