Nuevo Diario.- Se cumple este martes el 52 aniversario de la llegada de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, llamada “Gesta del 14 de Junio del 1959” que tenía como finalidad terminar con el régimen de oprobio conducido por el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina desde el 16 de agosto de 1930 cuando se juramentó presidente.
La expedición de los mártires tuvo como jefe al exiliado comandante Enrique Jiménez Moya y llegó en tres partidas, totalizando 198 hombres armados de los cuales 155 eran dominicanos y el resto de otras nacionalidades.
Sin embargo, como el tirano Trujillo fue enterado de la expedición, los esperó con el Ejercito, la Fuerza Aérea y la Marina y según versiones, el dictador les pidió a sus esbirros que los expedicionarios fueran tratados sin piedad, por lo que quienes no murieron en combate, entonces fueron apresados, torturados sin misericordia y luego fucilados.
Los exiliados dominicanos recibieron el apoyo de algunos cubanos, venezolanos, puertorriqueños, norteamericanos y españoles para integrar la expedición armada, en lo que seria el más serio intento por derrocar la dictadura de Trujillo.
La primera avanzada aterrizó en Constanza, el 19 de junio desembarcaron por Maimón y Estero Hondo, en la provincia de Puerto Plata, otras fuerzas de expedición integradas por 144 guerrilleros comandados por José Horacio Rodríguez Vásquez, hijo de Juancito Rodríguez, y por José Antonio Campos Navarro.
Datos históricos también revelan que fue tanta la crueldad aplicada a los expedicionarios, que hasta el mismo Trujillo estuvo sorprendido y asombrado de la manera como sus secuaces masacraron a eso valientes hombres que llegaron al país inspirados en la libertad y el patriotismo.
El veterano guerrillero cubano Delio Gómez Ochoa (a quien entonces apodaban el hombre de la mirada caliente) fue uno de los sobrevivientes de esa expedición.
Se dice que el hijo del dictador Ranfis Trujillo sobrevoló en una avioneta junto a uno de lo mártires apresados y que luego desde las altura lo arrojó al vacío para que recibiera la muerte más espantosa que se le pueda dar a un ser humano.
Se libraron fuertes combates, pero desgraciadamente el poderío militar de Trujillo se impuso y sólo 6 personas pudieron salvarse.
Sin embargo, esa expedición aumentó en todo el país la lucha antitrujillista, por lo que luego surgió el “Movimiento Clandestino 14 de Junio (1j4), al que se integraron personas de todo el país, cuyo líder fue el comandante Manolo Tavárez Justo.
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