ACENTO.COM.- SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una experta de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, una entidad defensora de los consumidores, abogó porque en República Dominicana se busquen métodos y alianzas para contrarrestar la publicidad engañosa.
Devon Wood, de la FTC (por sus siglas en inglés), favoreció que se haga una alianza entre los medios de comunicación, el sector empresarial privado y las entidades que defienden los derechPos de los consumidores, para evitar que en los anuncios se ofrezcan cualidades o características que los productos o servicios no poseen.
La FTC ha presentado 38 acciones legales en cortes federales contra empresas y personas que han violado la ley al engañar a los consumidores, y los demandados han tenido que pagar 338 millones de dólares a los afectados.
“Puede parecer una cantidad grande, pero en realidad es pequeña si pensamos en las proporciones y el tamaño de Estados Unidos”, dijo Wood.
Uno de los mayores fraudes contra los consumidores, dice Wood, tiene que ver con productos naturales que prometen curar enfermedades como el cáncer y que en realidad no tienen ese efecto, y los artículos para reducir de peso que a veces no tienen las propiedades que favorezcan el adelgazamiento.
La especialista participó en el seminario de Pro consumidor “Desafíos de la publicidad ante un consumidor sujeto de derechos”, donde además tuvieron ponencia Altagracia Paulino, directora de esa entidad y Oscar Sanoja, presidente de la Liga Dominicana de Agencias Publicitarias (Lidap).
Uno de los mayores fraudes contra los consumidores, dice Wood, tiene que ver con productos naturales que prometen curar enfermedades como el cáncer y que en realidad no tienen ese efecto, y los artículos para reducir de peso
Puso como ejemplo de casos de publicidad injusta y decepcionante, el de una compañía de vehículos que aseguraba en un anuncio que si tenías uno de sus carros podían pasarle camionetas de ruedas grandes por arriba y no se destruirían.
Wood dijo que, al observar el anuncio, la FTC contactó a la compañía, que al final reveló que los carros del comercial de televisión estaban reforzados.
Otra compañía multinacional promovía que sus pollos eran bajos en grasa, pero cuando la FTC hizo la prueba no llegaban a la calificación “baja en grasa” y tuvo que pagar una multa por ese engaño a los consumidores y la obligaron a retirar la publicidad televisiva.
Entre los pecados de la publicidad engañosa están la omisión, la exageración, la disimulación y la comparación sin base científica. Tanto las agencias publicitarias como las empresas y personas pueden ser penalizadas por estas falsas.
No obstante, Wood dice que, como en todas partes del mundo, hay una publicidad engañosa en la que se les iría todo el presupuesto si la persiguen, pero que además es intocable y “sagrada” como el “Santo grial”: La publicidad y las promesas que hacen los políticos.
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