22.4.11

Origen del Vía Crucis

El Jaya.- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
Vía Crucis: expresión latina que significa “camino de la Cruz”, es decir, el camino que recorrió Cristo durante su Pasión, desde el Pretorio de Pilatos hasta el Calvario.
En nuestro país República Dominicana, en muchas ciudades se realizan vía crucis cada viernes, a partir de las 2:00 de la tarde, durante la Cuaresma, y concluyen el viernes de Dolores, antes de la Semana Santa.
A esa hora de la tarde, bajo el caliente Sol, los peregrinos caminan en sacrificio por los dolores que padeció nuestro Señor Jesucristo.
Es un caminar, una forma de oración acompañada de meditación sobre los acontecimientos ocurridos en ese caminar de Cristo hacia al Calvario, donde murió en la cruz, el descendimiento de la misma y su sepultura.
Junto a diversas oraciones, de penitencia y arrepentimiento, se desarrollan 14 meditaciones, o “Estaciones”, llamadas así por las paradas que se hacen para meditar un momento cada una de las caídas de Jesucristo.
En cada parada o estación, arrodillados los caminantes exclaman: “Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo”.
El Vía Crucis data de los primeros siglos del cristianismo, representa los episodios más notables de la Pasión de Jesucristo. Es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan caminando, orando, y cantando.
El Vía crucis consta de 14 estaciones, en cada estación o parada, se lee un pasaje del Evangelio, que invita a meditar, y en silencio contemplar la Pasión de Jesús con la cruz acuesta camino al Calvario.
Participar en un Vía Crucis, es experimentar en el Espíritu Santo el amor que se esconde en la cruz de Cristo. Es reconocer, a la luz de ese amor, la propia cruz. Es cargar esa cruz sobre la propia espalda, y movidos por eso amor imitar a Jesús, caminar y meditar a través de la vida, todo lo que soportó y sufrió por nuestra salvación.
En esta Semana Mayor participe con amor, reflexión, arrepentimiento y meditación en un vía crucis. Pues solo así se siente y se vive un poco el camino tortuoso que bajo el látigo de los sayones, un inclemente sol, recorrió Jesucristo, con la pesada cruz a cuestas hasta llegar al Calvario, donde murió por ti, por mi, por todos.
Aún así, Jesucristo nos ama en espíritu y en verdad. Espera por tí, por mí, por todos, pues quiere ser nuestro hermano y amigo. Búscale, verás que al fin la paz encontrarás y todo cambiará.

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