Decenas de pacientes, generalmente ancianos, impedidos físicos y haitianos, son abandonados por sus familiares en el hospital Doctor Francisco Moscoso Puello.
También son abandonados allí cadáveres pues muchos pacientes al morir ningún familiar se acerca por lo que los restos deben ser sepultados bajo la responsabilidad de las autoridades sanitarias.
Manuel Valdez Santana, un obrero de 41 años, lleva cinco meses en la sala 2h5 del Moscoso Puello, parapléjico después que se quebrara la columna vertebral al caer de una valla.
Con grandes dificultades para hablar, Valdez Santana pudo explicar que fue contratado por un dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), para instalar una valla de esa organización en la carretera Mella, próximo a las oficinas de la Oficina Metropolitana de Transporte (Amet).
“Me caí de la escalera y sólo me recogieron y me trajeron aquí”, dijo el hombre de tez negra, que vivía solo en El Bonito, de San Isidro.
El periodista Clarence Veras, empleado del hospital, dijo que nadie va a ver ese paciente ni a saber qué necesita, pese a que el centro de salud invierte varios miles de pesos al día para mantenerlo vivo.
El hombre no ha sido operado debido a que el hospital Francisco Moscoso Puello no tiene los recursos por lo que Valdez Santana tiene pocas probabilidades de recuperar la movilidad mientras permanezca allí.
Otro caso de abandono es el de Alejandro Comprés, anciano de 91 años, quien fue llevado al hospital el 12 de noviembre pasado con un cuadro de neumonía.
El anciano permanece en estado crítico pero al centro de salud no ha ido ningún familiar ni otra persona que se haga cargo del paciente.
Otro anciano abandonado es Héctor Féliz, de 81 años, nativo de Altamira, Puerto Plata, quien lleva cuatro meses en el hospital sin que ningún familiar haya ido a verlo o a hacerse cargo.
Féliz dijo que se dedicaba a vender verduras, hortalizas y frutas.
Fue recogido en la calle Josefa Brea, y desde entonces está abandonado en el Moscoso Puello.
El pasado viernes 7 murieron José Isabel Rodríguez, de 42 años de edad, y Amarilis Paniagua, de 32, quienes llevaban algún tiempo abandonados en el centro de salud, que aún hace gestiones para sepultarlos porque ningún familiar ha ido a responsabilizarse.
Hace una semana ocurrió un problema similar con Gladis Hurtado García, una cubana de 66 años, residente en Santo Domingo desde hacía tres años, quien falleció en ese centro de salud a causa de complicaciones en los pulmones.
La señora, que no tenía familiares en el país, fue sepultada por unos amigos que se hicieron cargo del cadáver con la anuencia de la embajada de Cuba en el país.
Los constantes casos de abandono de pacientes tienen preocupados al doctor Roberto Lafontaine, director del hospital, y a la licenciada Altagracia Hernández, directora del departamento de Trabajo Social del centro de salud.
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