El Día Internacional de la Mujer Rural encuentra a las campesinas en la más espantosa miseria, que las obliga al abandono del campo y a emigrar a las ciudades a laborar en casa de familia y zonas francas por salarios de hambre.
Así lo expresó la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (Conamuca) entidad que exige al Gobierno cambiar su política rural, porque no cuentan con tierra, ni califican para créditos bancarios para emprender proyectos grupales e individuales
La coordinadora general de la organización, Juana Mercedes, mostró preocupación por la “estampida” de mujeres desde la zona rural hacia la ciudad huyendo del abandono.
Señaló que cada día se acentúan las desigualdades sociales entre las mujeres del campo, como consecuencia de la falta de acciones gubernamentales que solo se concentran en grandes proyectos en las ciudades, pero sobre todo, en Santo Domingo.
“En su situación de marginalidad la mujer del campo se encuentra sin posibilidad a la tenencia de la tierra, el crédito y el acceso a nueva tecnología, con un deterioro en los servicios de salud, agua potable, vías de comunicación y alto porcentaje de analfabetismo”, señaló Mercedes.
Considera urgente definir y ejecutar reales estrategias de combate a la pobreza para poder paliar la crisis alimentaría que provoca grandes repercusiones sociales, contrario a los objetivos de lograr una cobertura alimentaría sustentadas en niveles de producción en la zona agrícola y consumo de la gente que promuevan el desarrollo humano.
De ahí, sostiene Mercedes, es necesario aplicar un nuevo código agrario que exprese los derechos humanos, económicos y sociales de la mujer del campo, que se sustente en una verdadera reforma agraria integral que coloque al campo en óptimas condiciones como generador de riqueza alimentaría con equidad social y de género.
El Congreso fue apoderado de un anteproyecto de Ley que tiene la finalidad de modificar el régimen de la Reforma Agraria, considerado obsoleto.
Señaló que cada día se acentúan las desigualdades sociales entre las mujeres del campo, como consecuencia de la falta de acciones gubernamentales que solo se concentran en grandes proyectos en las ciudades, pero sobre todo, en Santo Domingo.
“En su situación de marginalidad la mujer del campo se encuentra sin posibilidad a la tenencia de la tierra, el crédito y el acceso a nueva tecnología, con un deterioro en los servicios de salud, agua potable, vías de comunicación y alto porcentaje de analfabetismo”, señaló Mercedes.
Considera urgente definir y ejecutar reales estrategias de combate a la pobreza para poder paliar la crisis alimentaría que provoca grandes repercusiones sociales, contrario a los objetivos de lograr una cobertura alimentaría sustentadas en niveles de producción en la zona agrícola y consumo de la gente que promuevan el desarrollo humano.
De ahí, sostiene Mercedes, es necesario aplicar un nuevo código agrario que exprese los derechos humanos, económicos y sociales de la mujer del campo, que se sustente en una verdadera reforma agraria integral que coloque al campo en óptimas condiciones como generador de riqueza alimentaría con equidad social y de género.
El Congreso fue apoderado de un anteproyecto de Ley que tiene la finalidad de modificar el régimen de la Reforma Agraria, considerado obsoleto.
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